La condición del suelo juega un papel vital en la calidad del rendimiento, por lo que debe dedicarle tiempo constantemente. En diferentes épocas de la estación, el suelo puede carecer de materia orgánica y nutrientes. Si no se aborda este problema, la tierra se agotará y la cosecha empeorará. Al mismo tiempo, un suelo saludable puede reducir la cantidad de recursos utilizados, por ejemplo, fertilizantes, y mejorar la salud de las plantas.
La gestión sostenible del suelo minimiza la erosión del suelo y mantiene la productividad del suelo, mejorando la calidad de los cultivos y reduciendo el daño ambiental.
Suelo y Agricultura
El suelo es uno de los principales recursos de la biosfera para la agricultura, la horticultura y la silvicultura. Es una sustancia compuesta de materia orgánica, minerales sólidos, gases y líquidos y puede mantener un entorno natural para las plantas.
Es necesario recordar que el suelo es un recurso finito e insustituible. Por lo tanto, su degradación tiene consecuencias desastrosas para el medio ambiente, la agricultura y toda la humanidad.
Tipos de suelo clave en Nigeria
La elección del manejo del suelo depende directamente de su tipo. Considere a Nigeria como un ejemplo. La mayor parte de la tierra es árida con suelos arenosos, bien drenados y con bajo contenido de materia orgánica. Por eso, no retienen bien el agua: se pierde con el desagüe. Como consecuencia de todos estos factores, estas áreas tienen una vegetación más escasa, lo que contribuye a la degradación de la tierra por la erosión eólica y reduce la fertilidad de la tierra.
La agricultura en Nigeria a menudo sufre de falta de producción de alimentos. La mala gestión del suelo empeora la situación. El cultivo continuo de los campos con maquinaria agrícola, como tractores, reduce la calidad del suelo, filtra y agota los nutrientes y conduce a la erosión. Por lo tanto, las tierras de Nigeria necesitan un cuidado especial para mejorar su productividad. Las estrategias innovadoras de gestión del suelo, como la combinación de los recursos disponibles con sistemas agrícolas avanzados, pueden ayudar a resolver este problema.
Cultivos clave y sistema agrícola
Los cereales son uno de los cultivos alimentarios estables esenciales. En Nigeria, por ejemplo, es el maíz, el mijo, el maní y la soja en algunos estados. Los agricultores utilizan sistemas de cultivo con rotación o una mezcla con uno o más cultivos. Por lo tanto, en el norte de Nigeria, las combinaciones de sorgo y mijo o caupí, mijo y sorgo prevalecen con mayor frecuencia. Las dos últimas culturas son esenciales para el sustento de la región. Se utilizan tanto para la alimentación como para la alimentación del ganado y las aves de corral.
En Nigeria predominan tres tipos de sistemas de cultivo:
- un sistema intensivo con producción de uno o dos años;
- un sistema menos intenso con arbustos o barbecho arbustivo corto;
- un sistema extensivo con largos barbechos arbustivos en áreas no cultivadas.
El primer sistema agota más los suelos, reduciendo el contenido de potasio, fósforo y nitrógeno. Debido a esto, dichos campos requieren mejoras adicionales para evitar la degradación y la erosión. La constante expansión de los campos de cultivo empeora la condición de la tierra, y la gestión sostenible es la única forma de mejorar la situación.
Principios de gestión sostenible del suelo
Como con cualquier técnica, la agricultura sostenible tiene algunos principios. En particular, el suelo necesita ser defendido y extendido. Puedes usar fertilizantes naturales para hacer esto. Son beneficiosos para la suciedad, las personas y el medio ambiente.
Otro principio esencial es la preservación de los recursos hídricos. Por ejemplo, seleccionar las plantas apropiadas en territorios áridos es vital. Las barreras contorneadas evitan fugas innecesarias, mientras que el mantillo y los fertilizantes verdes atrapan el agua en el suelo. Programar tiempos de riego y usar riego por goteo en lugar de estrategias estándar también es efectivo.
La gestión sostenible del suelo implica el control natural de enfermedades y plagas. Es más seguro y más óptimo que el control químico. Los métodos naturales incluyen elegir cultivos resistentes, plantar plantas a la distancia correcta, tiempos de producción correctos, etc.
La rotación de productos es también un elemento esencial de la gestión sostenible del suelo. Ayuda a prevenir enfermedades y plagas y ayuda a conservar los nutrientes en el suelo. Como último principio, señalamos que es mejor introducir nuevas ideas en áreas pequeñas para garantizar que sean efectivas.
Consejos para la gestión sostenible del suelo
Este tipo de manejo puede combinar diferentes prácticas y principios agrícolas. Sin embargo, estos consejos ayudarán a que sea aún más eficaz.
Aumentar la materia orgánica
Los animales y los microbios juegan un papel esencial en el ciclo de nutrientes de las plantas. Además, puede utilizar los fertilizantes y aditivos adecuados.
minimizar la labranza
La labranza puede ser dañina, por lo que debe usarse puntualmente para resolver problemas específicos, como eliminar la compactación de la tierra. El cultivo activo del suelo puede aumentar el número de malezas que competirán con las plantas, reduciendo la productividad.
Mantenga la superficie cubierta
Los cultivos de cobertura se están generalizando en la agricultura. Aumentan la disponibilidad de nitrógeno y otros nutrientes y obstruyen la erosión de factores externos como la lluvia y el viento.
Usa la rotación de cultivos
La rotación de cultivos le permite administrar el tipo de cantidad de nutrientes. Así, algunos cultivos aumentan su disponibilidad para otras plantas. Esta técnica también previene la erosión. En particular, gracias a las raíces de diferentes longitudes, las plantas pueden mantener la resistencia del suelo contra los fuertes vientos y la lluvia.
Por lo tanto, la gestión sostenible del suelo mejora significativamente la condición y seguridad de la tierra cultivada y aumenta la calidad y cantidad de los cultivos. En regiones climáticas complejas como Nigeria, dicho sistema es vital para la evolución de la agricultura y la entrega de alimentos a la población local. Al mismo tiempo, la gestión sostenible del suelo reduce el daño ambiental, lo cual es crucial ante los crecientes problemas ambientales.