Los casos de colza ramificada en California han aumentado en los últimos años, lo que genera una gran preocupación para los productores. La maleza ha estado apareciendo con más frecuencia desde 2017 en el procesamiento de campos de tomate principalmente en el Valle de Sacramento. Los altos niveles en otras regiones mediterráneas de todo el mundo han resultado en pérdidas de rendimiento de entre el 50 y el 80 por ciento. Si bien los niveles de colza ramificada aún no han alcanzado ese punto en California, su resurgimiento plantea un riesgo sustancial.
“La amenaza actual es bastante grave en California porque es una plaga de cuarentena”, dijo Brad Hanson, especialista en ciencias de malezas de Extensión Cooperativa de UC Davis. “Incluso una infestación muy pequeña podría resultar básicamente en la pérdida del 100 por ciento de la cosecha porque el campo se destruye. Por lo tanto, es un gran problema regulatorio en este momento, por lo que recibe tanta atención en la industria de procesamiento de tomates de California”.
Se han implementado esfuerzos de mitigación para ayudar a minimizar la destrucción de cultivos en áreas donde se encuentra la maleza. El saneamiento es un componente crítico para prevenir aún más la propagación de la maleza, junto con un monitoreo diligente. Sin embargo, buscar colza ramificada puede ser un desafío ya que la maleza es difícil de detectar visualmente. Gran parte del ciclo de vida de la maleza ocurre bajo tierra, mientras obtiene nutrientes de una planta huésped. “Tiene un período corto en el que es visible sobre el suelo y es de estatura bastante pequeña. Por lo tanto, es difícil detectarlo antes de que se convierta en semilla”, señaló Hanson.
Los esfuerzos de investigación continúan buscando formas de detectar y manejar mejor la colza ramificada. Trabajando con colaboradores en Chile e Israel, los investigadores están buscando una variedad de métodos para combatir la mala hierba nociva. Hay varios proyectos en marcha que analizan el potencial de diferentes tratamientos de fumigación y herbicidas, así como enfoques de exploración más efectivos.
“El trabajo de detección que realizan nuestros colegas está relacionado con la detección, la cuarentena y la gestión”, explicó Hanson. “Todavía estamos haciendo algunos trabajos de biología de malezas para tratar de asegurarnos de que entendemos cómo crece esta planta específicamente en las condiciones de California”.