Un estudio reciente muestra que la industria mundial de la carne vacuna tiene el potencial de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) hasta en un 50 por ciento. Estados Unidos y Brasil parecen mostrar la mayor promesa para impactar las emisiones de GEI dentro de la industria de la carne de res. Un equipo de investigación de la Universidad Estatal de Colorado, dirigido por la profesora asistente Daniela Cusack, publicó recientemente sus hallazgos en Global Change Biology. Como parte del proyecto, los investigadores descubrieron que la implementación de varias prácticas de manejo de ranchos puede tener un impacto sustancial en los niveles de emisión.
El estudio muestra que el ganado es responsable de alrededor del 78 por ciento de todas las emisiones del ganado. Si bien es casi imposible lograr la neutralidad total del carbono, la industria mundial de la carne de res tiene la capacidad de reducir significativamente su huella de carbono. Los investigadores encontraron que es posible una reducción del 46 por ciento en las emisiones de GEI por unidad de carne cuando se aplican ciertas prácticas de producción. El uso de estrategias de gestión del secuestro de carbono que incluyen enmiendas orgánicas del suelo y restauración de la vegetación en las tierras de pastoreo resultó ser un éxito para lograr reducciones de emisiones.
Se estudiaron casi 300 sistemas de producción de carne de res, incluidos los de Brasil, EE. UU., Canadá, Asia, América Latina y Australia. Doce estrategias diferentes para abordar los niveles de emisión en la industria mundial de la carne de vacuno se consideraron como parte del estudio. Brasil parecía tener la mayor capacidad para reducir las emisiones de GEI dentro de la industria global a través de la adopción de ciertas estrategias de gestión.
Según el análisis, se puede lograr una reducción del 57 por ciento en los niveles de emisiones de la carne vacuna brasileña mediante la mejora de las prácticas de gestión. Se encontró que hacer mejores selecciones de razas, mejorar la calidad del alimento y mejorar el manejo de fertilizantes son estrategias beneficiosas. También se puede lograr un mejor secuestro de carbono a través del pastoreo rotativo intensivo, la plantación selectiva de plantas forrajeras y la reforestación. Los datos de la producción de EE. UU. muestran que las estrategias de eficiencia no tuvieron tanto éxito en impactar los niveles de emisiones globales. La cantidad de productores de carne de res en los EE. UU. que ya implementan estrategias de eficiencia podría ser la causa de la falta de impacto.