Las restricciones presupuestarias de California llegan en un momento en que los agricultores están trabajando para cumplir objetivos climáticos ambiciosos. El presidente y director ejecutivo de la Asociación de Procesadores Agrícolas del Oeste (WAPA), Roger Isom, dijo que varios programas vitales para los agricultores se han recortado sustancialmente o se han eliminado por completo del presupuesto del gobernador. Un programa de particular importancia es el programa de Financiamiento de Medidas de Reemplazo Agrícola para la Reducción de Emisiones (FARMER).
“Ese es el programa mediante el cual reemplazamos tractores y cosechadoras en todo el estado, pero ciertamente y más importante aquí en el Valle de San Joaquín, donde tenemos un SIP, Plan de Implementación Estatal, la obligación de obtener una cierta cantidad de reducciones”, explicó Isom. “Ver cero dólares en el presupuesto es devastador porque sabemos que no van a retrasar la fecha límite que es a fines de este año”.
El programa FARMER ha sido inmensamente exitoso desde su inicio. Siempre hay una acumulación de solicitantes que buscan apoyo financiero a través del programa. FARMER iguala los fondos para que los productores puedan comprar un nuevo tractor, aplastar al viejo y, por lo tanto, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Isom señaló que el programa ha sido fundamental para trabajar para cumplir con los parámetros del Plan de Implementación Estatal.
“Si no conseguimos las 11 toneladas de reducción de emisiones que se suponía que obtuviéramos para fin de año, entonces la Junta de Recursos del Aire se verá obligada a adoptar, el próximo año, una regla de reemplazo obligatorio de tractores”, dijo Isom. “Sus pequeños y medianos agricultores quedarán devastados porque tendrán hasta 2030 para reemplazar todos los tractores de nivel 0, nivel 1 y nivel 2 en el estado. Entonces, básicamente, estás viendo cualquier cosa anterior a 2007 que tendría que desaparecer en los próximos cinco años si esa regla se cumple”.
No tener fondos asignados debido a restricciones presupuestarias podría complicar aún más el asunto. Isom explica que una vez que se establece una regla, los incentivos ya no están disponibles. WAPA ha estado trabajando en Sacramento destacando la naturaleza nefasta de apoyar programas de incentivos como FARMER. “Es absolutamente necesario que volvamos a financiar este programa”, dijo Isom.