El Instituto de la Carne de América del Norte (NAMI, por sus siglas en inglés) ha proporcionado datos que muestran que el sector de la carne ha demostrado tener éxito en la mitigación del impacto de la COVID-19. Según los informes, las tasas de infección de los trabajadores de la carne y las aves son un 85 por ciento más bajas que las de la población general. Desde mayo del año pasado, el sector cárnico ha logrado reducir los casos de COVID en un 98 por ciento dentro de la industria. Las medidas de detección, las prácticas de saneamiento y los revestimientos faciales han sido fundamentales para mejorar los números de COVID. A pesar del impulso positivo dentro de la industria, NAMI señala que todavía hay espacio para mejorar con una mayor vacunación para los trabajadores.
“Los trabajadores de carne y aves de primera línea estuvieron entre los primeros afectados por la pandemia, pero las protecciones integrales implementadas en el sector desde la primavera de 2020 funcionan”, dijo la presidenta y directora ejecutiva de NAMI, Julie Anna Potts, en un comunicado de prensa. “El siguiente paso crítico es garantizar el acceso inmediato a las vacunas a medida que esta fuerza laboral dedicada y diversa continúa alimentando a los estadounidenses y manteniendo en funcionamiento nuestra economía agrícola”.
La información de Food and Environment Reporting Network muestra que hubo menos de cinco nuevas infecciones reportadas por cada 100,000 trabajadores del sector cárnico por día en febrero. Las cifras muestran que el número fue de aproximadamente 26 por cada 100.000 personas en la población general durante el mismo período. Los datos del Centro Médico de la Universidad de Nebraska demuestran que las medidas de seguridad, como el enmascaramiento y las barreras físicas, ayudaron a reducir significativamente las infecciones. El estudio de las instalaciones cárnicas mostró que el 62 por ciento pudo reducir la tasa de infección a través de varios protocolos de seguridad.
La elegibilidad para vacunas continúa expandiéndose, y muchos estados han abierto la elegibilidad para trabajadores de carnes y aves. A medida que los esfuerzos de vacunas continúan desplegándose en todo el país, ha habido cierta vacilación dentro de la industria. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. han estado trabajando con el sector cárnico para educar a la fuerza laboral sobre la vacuna.