El Departamento de Recursos Hídricos (DWR, por sus siglas en inglés) ha aprobado planes de sustentabilidad de aguas subterráneas para 12 cuencas de aguas subterráneas no críticamente sobreexplotadas. El anuncio eleva el número total de cuencas de agua subterránea que han recibido determinaciones a 36. Big Valley, Shasta Valley, Scott River Valley, East Side Aquifer, Forebay Aquifer, Langley Area, Monterey, Upper Valley Aquifer, San Jacinto, Upper Ventura River, San Las cuencas de Luis Obispo Valley y Santa Margarita ya han sido aprobadas.

“Estamos impresionados con el esfuerzo que las agencias locales han puesto en sus planes de sostenibilidad de aguas subterráneas”, dijo Paul Gosselin, subdirector de gestión de aguas subterráneas del DWR, en un comunicado de prensa. “Desde que se adoptaron los planes en estas 12 cuencas en 2022, las agencias locales comenzaron de inmediato la implementación y adoptaron la sostenibilidad del agua subterránea. Esperamos apoyar a las agencias locales mientras continúan mejorando sus esfuerzos de planificación”.
De las 36 cuencas que recibieron una determinación del DWR, seis se consideraron insuficientes y ahora han pasado al proceso de intervención de la Junta Estatal de Control de Recursos Hídricos. DWR también ha aprobado alternativas a los planes de sustentabilidad de aguas subterráneas para nueve cuencas. Los planes presentados por las agencias de sustentabilidad del agua subterránea (GSA, por sus siglas en inglés) en otras 47 cuencas todavía están siendo evaluados por el DWR. Se seguirán emitiendo determinaciones adicionales a lo largo de 2023.
Los 12 planes aprobados recientemente se presentaron en enero de 2022. Las GSA locales ahora podrán avanzar con las acciones recomendadas para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de las cuencas. DWR continuará evaluando la implementación de los planes de sostenibilidad y evaluará las actualizaciones cada cinco años.
“Esperamos que estos planes se adapten con el tiempo a las condiciones cambiantes”, señaló Gosselin. “Los extremos climáticos provocados por el clima que estamos experimentando amplifican la necesidad de una planificación a largo plazo de la gestión del agua subterránea para garantizar un suministro de agua subterránea seguro y confiable al que se pueda acceder durante los años húmedos y los años más secos sin causar impactos negativos”.